La represión brutal desatada por el gobernador Gerardo Morales contra el pueblo jujeño, para sostener una reforma constitucional cuyo único fin es concentrar el poder, cercenar derechos y saquear los recursos naturales, nos retrotrae a lo más oscuro y violento de nuestra historia.
Con una reforma inconstitucional, porque que va en contra de derechos y tratados amparados en nuestra Carta Magna, la provincia de Jujuy continúa siendo el laboratorio de lo que lo peor de la derecha encarnada en Juntos por el Cambio quiere imponer en todo el país, sometiendo con violencia al pueblo trabajador para sostener su voraz plan económico.
Morales, partícipe necesario de la masacre del gobierno de la Alianza en 2001, ya lo instauró en Jujuy con la persecución contra Milagro Sala, a quien mantiene encarcelada por su propia voluntad y capricho.
Nos costó mucha sangre y mucho esfuerzo sostener 40 años de democracia para que hechos como este la lesionen gravemente, a la vista de todos y todas y con la anuencia de los sectores del poder económico.
Desde todos los rincones del país repudiamos este accionar criminal y nos solidarizamos y ponemos a disposición del pueblo jujeño, hoy principal destinatario de la violencia de Morales y Juntos por el Cambio.
