Publicada en Agencia Paco Urondo
El padre Paco Olveira, integrante del grupo Curas en Opción por los pobres, realizó la semana pasada una huelga de hambre de siete días en tribunales, en defensa de los “empobrecidos de la Patria”. El sacerdote dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre múltiples temas.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál considera usted que es la causa de la proscripción de la vicepresidenta Cristina Fernández?
Paco Olveira: La causa o el origen de la proscripción a Cristina Fernández es la misma que en toda América Latina. Hoy no tenemos un Partido Militar pero si uno Judicial que nos gobierna. Esa expresión política busca excluir de la cancha con el método del lawfare. Pero en realidad no es una guerra judicial porque de un lado están los poderosos y del otro está el pueblo buscando desprestigiar a todo aquel dirigente que quiera llevar adelante un proyecto que con sus virtudes y defectos sea en favor del pueblo. Un proyecto nacional y popular. Lo vemos que ese plan se lleva a cabo en Honduras, Lula lo padeció en Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina tiene su capítulo con el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner y su proscripción política.
APU: ¿Qué balance puede realizar del ayuno realizado?
P.O.: El balance es muy bueno. Nosotros no hicimos una planificación ni cálculo político. Queríamos simplemente aportar un granito de arena y la verdad que esto fue creciendo desde el pie como dice la canción de Alfredo Zitarrosa. Esta acción que realizamos va a terminar siendo nuestro himno en la celebración.
APU: ¿Qué podría aportar con respecto al proceso del lawfare?
P.O.: Me ilumino mucho Demetrio Iramain esta semana en la Marcha de las Madres de Plaza de Mayo. En su momento Hebe de Bonafini nos dijo que hiciéramos una pueblada para acabar con esta “justicia de mierda”, así lo expresó ella. Demetrio decía “NO hay guerra judicial”, si tenemos un grave problema judicial pero no es guerra. Se asemeja mucho a cuando en la dictadura militar decían que había una guerra. Claramente no había una guerra. Había quienes luchaban buscando un país mejor (errados o no en la metodología) y del otro lado un Estado terrorista, un genocidio al no cumplir con la ley y el derecho en la persecución a lo que tenga que perseguir. Y el resultado fue catastrófico para nuestra Patria.
APU: ¿Qué opinión tiene sobre el avance de la Ultraderecha en nuestro país y en el mundo?
P.O.: Si bien yo no soy de derecha prefería una derecha seria y democrática. Una que sabe dialogar y construir. Que cree en caminos distintos a los que yo pienso para buscar el bien de la patria. Mi viejo es de derecha y yo me podría definir de izquierda. Sin embargo, por diferentes caminos, pero buscamos lo mismo y podemos razonar. Con la ultraderecha uno no puede razonar ni dialogar. Uno de los días que estábamos haciendo el ayuno alguien paso y nos gritó “Viva Milei”, ya está descalificando y agrediendo esa persona.
Ellos buscan la proscripción del otro, nunca hay un argumento. Lo que hay es violencia. De esa manera no se puede ir a ningún lado. Lamentablemente, como nuestras democracias son tan débiles, el poder concentrado y los medios hegemónicos tiran tanto para un mismo lado y nuestros jóvenes compran esas ideas creyendo que son correctas, sin embargo, son reaccionarios y violentas esas ideas. La violencia siempre lleva para un mal camino.
